Parece que es rizar el rizo poner a uno de los mayores ídolos gays haciendo de lesbiana. Pero así es, Cher se metió a los críticos en el bolsillo en el año 1983 con un papel que le valió el globo de oro y la nominación al Oscar a la mejor actriz secundaria; Silkwood es una peli rojerilla que denuncia las condiciones precarias de trabajo y seguridad en las centrales nucleares. Meryl Streep consiguió también una de sus sopocientas nominaciones al Oscar haciendo de Karen Silkwood, una chica de clase trabajadora que acababa metiéndose a sindicalista, un tanto mosqueada por la posibilidad de verse expuesta a radiaciones y al cáncer.
Karen no es ningún personaje ejemplar sino que vive una vida disoluta: sólo ve a sus hijos de vez en cuando, fuma porros y comparte casa con una amiga y compañera de trabajo lesbiana, Dolly (el papel de Cher). La homosexualidad de Dolly se trata sin ningún tipo de subrayado: al principio parece que van a jugar la baza de que está enamorada de su compañera de piso hetero, pero más adelante conoce a otra chica y empieza una relación con unos altibajos bastante parecidos a los de Karen con su novio, que interpreta Kurt Russell. La pareja hetero no ve con ningún tipo de censura ni de condescendencia perdonavidas a su amiga lesbiana y la única vez que hablan del tema, que es cuando por primera vez Dolly lleva a su novia a casa, la conversación es algo así:
- No tiene nada de particular, ¿verdad?
- No, claro que no.
- ¿Entonces que hacemos hablando de ello?
Un planteamiento tan normalizado de un personaje gay, con naturalidad y sin dramatismos, no es demasiado habitual ni siquiera en el cine de ahora, y desde luego sorprende positivamente en una película que ha cumplido ya los 25 años. Es curioso que hoy en día la hija de Cher, Chastity Bono (en la foto), sea precisamente una destacada activista transexual y tenga intención, si es que no lo ha hecho ya, de operarse para convertirse en un hombre.
Y, por último, también resulta llamativo ver en la peli como era Cher antes de empezar su peregrinaje por los quirófanos. La verdad es que hay que reconocer que el cambio ha sido para mejor:
Y, por último, también resulta llamativo ver en la peli como era Cher antes de empezar su peregrinaje por los quirófanos. La verdad es que hay que reconocer que el cambio ha sido para mejor:
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